18 de agosto 2023
2 Reyes 2.9-10 “Dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. Él le dijo: Cosa difícil has pedido.”
Para crecer como iglesia, se requiere pasión por la presencia de Dios, y perseverancia en medio de las dificultades. En tres ocasiones por lo menos, Elías pide a Eliseo que se quede en diferentes lugares, pero éste persevera, siguiendo a Elías. Eliseo anhelaba una doble porción del Espíritu Santo que estaba sobre Elías. Hombres como Elías y Eliseo le conocían de manera íntima y Eliseo quería más: bendita insatisfacción. El ministerio de Elías en la tierra había concluido, pero comenzaba un nuevo tiempo y Eliseo sería el instrumento de Dios.
Al igual que en aquel tiempo, hoy debemos dar gracias a Dios por las bendiciones alcanzadas; cuando se nos presenta una nueva etapa que debemos administrar sabiamente, con el objetivo que lo que Dios ha planeado no sea dañado, sino al contrario, seamos testigos e instrumentos de una gloria mayor. Sabemos que quien hace la obra finalmente es Dios, y los hombres y mujeres que servimos al Señor sólo somos instrumentos, los que, sin su bendición nada efectivo y trascendente podemos hacer.
En el ministerio de Elías vemos siete milagros poderosos, pero en el ministerio de Eliseo vemos catorce milagros (evidencia de una doble porción), porque Dios cumple sus promesas, y Su palabra dice: “la gloria postrera será mayor que la primera”. En ese tiempo, al igual que hoy, el liderazgo en equipo es esencial (2 Reyes 2:15-17). Eliseo no estaba solo, había un equipo. Y le reconocían como el siervo puesto por Dios: “ellos dijeron: el espíritu de Elías reposó sobre Eliseo”, el Espíritu Santo daba evidencias que estaba sobre Eliseo y, que un nuevo tiempo había comenzado.
La actitud de Eliseo, no fue de imposición, sino que actuó con sabiduría y Dios demostró que se movía a través de él. Un líder no se impone a la fuerza, más bien inspira a su equipo. Liderazgo no es imposición, es inspiración. Un líder tiene en cuenta que no trabaja solo, que sus beneficios no son individuales sino grupales, que es necesario el amor, para tener paciencia y tolerancia; porque el trabajo en equipo es esencial, y sus resultados siempre serán mayores.
Amados, amadas que la gracia del Señor nos permita seguir: “Creando Puentes” de liderazgo y trabajo en equipo en nuestra iglesia.
Le propongo un Punto de reflexión
¿Qué se requiere, para que el Señor nos lleve de gloria en gloria?
Tengamos en cuenta tres cosas: Pasión por su presencia, anhelo por el poder de Dios y trabajo en equipo. Todos procurando la gloria del Señor, quien nos trae cosas nuevas y gloriosas.
Que el Señor le bendiga. (María Guerrero)
Comments