El vínculo perfecto

03 de Octubre del 2023

1 Juan 4:11 “ Amados, así como Dios nos ha amado, también nosotros debemos amar”

El propósito de nuestro paso por la tierra no es para adquirir posesiones, status, prestigio, conseguir éxitos o experimentar felicidad. Porque eso, son las añadiduras en respuesta de amar, de todo corazón a Dios. Podemos conseguir logros que nos deparen satisfacción en muchas áreas de nuestra vida; pero si fallamos en lo fundamental, en amar a Dios y a los demás, entonces habremos fallado en alcanzar la razón por la que nos encontramos en la tierra. Como Dios es amor, desea firmemente que nos parezcamos a Él. Pero esa clase de amor no fluye naturalmente; porque nuestra débil humanidad nos conduce a centrarnos en nosotros mismo, y buscar nuestra propia gratificación sin considerar, cómo nuestra conducta afecta a los demás. Pero, en el Señor, hay esperanza de que, en la medida que crecemos seamos capaces de renunciar a nuestros deleites, caprichos y anhelos y, buscar el bienestar de aquellos que nos rodean. Empatía, implica tomar el dolor y la necesidad de otro como si fuera la nuestra; es dar a los demás, no lo que merecen, sino, lo que necesitan. Todo esto, solo lo podemos lograr, dirigidos por el amor de nuestro Dios, quién nos amó primero e incondicionalmente

Señor, alabamos su sabiduría en el trato con nuestro egoísmo, con el deseo de pensar solamente en nuestro bienestar, y de ser incapaces de mirar a nuestro alrededor, y darnos cuenta que hay tantas personas que sobrellevan cargas y sufrimientos mucho mayores que las nuestras. Muchas gracias por amarnos y brindarnos, cada día, una oportunidad de practicar, en pequeña medida, la generosidad y entrega de nuestro Señor Jesucristo por amor a nosotros.

Amados, amadas que la gracia del Señor nos permita seguir: “Creando Puentes” de amor los unos con los otros.

Punto de reflexión

1.- ¿Qué pasos de acercamiento, son los que más nos cuestan dar para crear un puente de apoyo sincero con los demás?

2.- Todo lo que entreguemos a los demás, siempre va a ser poco, comparado con lo que Dios nos ha dado a nosotros.

Cuando salimos de nuestra zona de confort, y nos centramos en apoyar a los demás, manifestamos el amor de Dios.

El Señor le bendiga. (José Mazurett)