13 de Diciembre del 2023
Mateo 25:21 “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor”
Se cuenta que un día muy temprano, salió a pescar un hombre con mucho ánimo y contento, ya que presentía que pescaría mucho y que estaban todas las condiciones para una gran pesca. Sube a su bote, y comenzó a remar y llegando no muy lejos de la orilla allí lanzó el ancla. Preparó el hilo y la carnada, pero antes de comenzar a pescar se puso en pie y comenzó a orar, dando gracias por un día tan precioso y declarando la gran pesca de ese día. Acto seguido, comenzó a pescar. Mientras él pescaba, a pocos metros de distancia había otro pescador observándolo con mucha atención. Este notaba que cuando el pescador cogía un pez, lo medía y decía; “Este mide 15 centímetros”, le quitaba el anzuelo y lo colocaba en una cesta en donde iba a dejando toda la pesca, y continuaba pescando, luego sacaba otro lo medía y decía: “Este mide 16 centímetros”; lo echa en la cesta y continúa su pesca, pasado un rato nota que el próximo pez que saca es el triple de los que había pescado anteriormente, y se sorprende cuando le oye decir: “Este mide mucho” y lo devuelve al agua, esto se repitió en varias ocasiones, lo que llamó la atención del que observaba a tal punto que decide acercarse sutilmente al bote y saludándolo le pregunta: “He visto que ha tenido muy buena pesca, pero he notado que los peces más grandes los devuelve al agua. ¿Por qué siendo tan grandes los devuelve al agua y no hace esto con los más chicos?.
El pescador contestó: “Lo que sucede es que los peces grandes no caben en mi sartén que solo mide 16 centímetros”.
A veces pedimos a Dios grandes bendiciones y las esperamos con ansias, hasta nos imaginamos ese momento casi mágico en el que la recibiremos, ¿pero estamos realmente preparados para recibir todo lo bueno que él tiene para nosotros?, hemos de recordar que esta parábola tiene el propósito de que estemos alertas, que no nos quedemos dormidos en nuestra responsabilidad como hijos de Dios, y que nuestro andar en la voluntad del Señor e imitando a Jesucristo nos permite como consecuencia aumentar la Fe y recibir lo que Dios tiene preparado para sus hijos.
Que en su voluntad santa podamos “Crear Puentes”, y recibir la excelencia de sus bendiciones.
REFLEXIÓN
¿Cuánto mide tu sartén?, recuerda pide con fe, y espera en la certeza de que Dios siempre escucha y que eres su hijo(a) muy amado(a).
Sean muy bendecidos. (Aarón Sánchez)
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