18 de Diciembre del 2023
1 Corintios 1:27 “sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”
En una sala de emergencia se atienden situaciones críticas, frente a una situación como esta nos gustaría encontrar a las personas más capacitadas para que nos lleven a ese médico que puede atender a nuestra urgencia vital, si el paramédico o la enfermera que se encuentran ahí no hacen bien su trabajo, la categorización se hará mal y eso tendrá graves consecuencias en las personas. Si tuviéramos que elegir a alguien para encomendarle una tarea especial, tan especial que de eso dependa ser guiado hacia su salvación elegiríamos probablemente al más capacitado para hacerlo. Dios eligió lo contrario, una decisión que bajo esta premisa puede ser incomprensible, sin embargo sabemos que no hay error en su lógica, lo que deja entrever que lo que está mal es nuestra visión de las cosas.
Habitualmente la atención está fija en el éxito de las personas, en las capacidades intelectuales o físicas. Cristo cuestionó las destrezas de fariseos y escribas que conocían las escrituras de manera perfecta. Era tan grande el ego que había en sus corazones, que tenían la convicción de que ellos se encontraban por sobre los demás y eran mejores según sus propios parámetros, eso los hizo perseguirle, ciegos de su propia vanagloria, sólo para demostrar que tenían la razón, perdiendo la oportunidad de arrepentirse y ser usados en llevar el mensaje de Dios. Cristo nos invitó a ver que su Reino no es de este mundo, que nuestra valoración de las cosas está equivocada y que para poder seguirlo tendremos que renunciar a eso que considerábamos importante.
No es que el ser escogidos por Dios signifique un valor de acuerdo a nuestros parámetros, si no que demuestra que nuestra visión de las cosas está alterada, lo que para el mundo es fuerte es en realidad débil, lo que para el mundo es importante en verdad es vano, y que cuando seamos confrontados por Su Espíritu, podamos reconocer nuestra condición, y que incluso podamos avergonzarnos al darnos cuenta que nos creíamos sabios tomando malas decisiones, o que buscábamos el éxito y el reconocimiento de personas que a veces ni siquiera nos conocen. Dios desea usarnos no bajo nuestros parámetros, él quiere nuestro corazón humilde y dispuesto a lo que El desee hacer por medio de nuestras vidas, que no pongamos trabas con nuestro orgullo, ni que nos jactemos de vidas perfectas, sino que reconozcamos nuestra necesidad de Cristo constantemente y que permitamos que se fortalezca en nuestra debilidad.
Señor, ayúdanos a entender que tu poder se perfecciona en nuestra debilidad. Ayúdanos a confiar en tu sabiduría divina, incluso cuando el mundo nos diga que somos necios. Utiliza nuestras debilidades para manifestar tu gloria y cumplir tu propósito en nuestras vidas. En el nombre de Jesús, amén.
Amados, amadas que la gracia del Señor nos permita seguir: “Creando Puentes” de fortaleza en Cristo
Punto de reflexión
A través de nuestras debilidades, Dios puede glorificarse y llevar a cabo sus planes. En lugar de buscar la sabiduría y la fortaleza por sí mismas, busquemos la voluntad de Dios en todo lo que hacemos y confiemos en que Él nos guiará a través de nuestras debilidades hacia su propósito.
Que el Señor te bendiga. (Paulette Díaz)
Amennn,amen.