30 de agosto 2023
1 Reyes 18:44 “A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.”
Aunque Dios nos haya prometido grandes bendiciones, a veces por las dificultades o frente a una crisis, la fe flaquea. Todo es parte del caminar cristiano. Según la Biblia ¿Cuál de todos los instrumentos (hombres y mujeres) que Dios usó, no atravesó por momentos difíciles?
Pero todos ellos tuvieron una gran virtud: fueron a Dios reconociendo su condición y gran necesidad de Él, y por eso lograron ver la gloria de Dios. Israel estaba pasando por una sequía, los cielos estaban cerrados por la idolatría que el pueblo practicaba adorando a los baales, con el rey Acab y su esposa Jezabel a la cabeza. Habían abandonado su fe y culto a Dios. El Señor uso a muchos profetas para que su pueblo se volviera a Él, pero como sucede la mayoría de las veces sólo el dolor y el fracaso hace que el hijo de Dios se arrepienta.
Habían transcurrido tres años y medio de sequía y entonces, el profeta Elías aparece de nuevo para declarar al rey de Israel que va a llover. El texto bíblico nos dice que el profeta sube a la cumbre del monte Carmelo, y se postró en tierra poniendo su cabeza entre las rodillas, posición que denota humillación en la presencia del Señor. La humildad es condición para acercarse al Trono. Elías empieza a orar y el criado una y otra vez le da malas noticias, su oración no obtiene respuesta las primeras seis veces. Ante esto Elías pudo haber murmurado o renunciado, pero el profeta persiste en la oración; ejemplo que debemos imitar. Con frecuencia renunciamos a la oración porque pensamos que Dios se está demorando, o que lo está haciendo mal, o dudamos que lo haga como deseamos.
Debemos tener presente que nosotros somos quienes estamos al servicio de Dios y no Él al nuestro. Dios es soberano, hace cuando, como y con quien Él quiera. Sin duda todo lo hace por amor y por lo tanto lo que hará a nuestro favor será lo mejor para nuestra vida. Dios permitió ver a Elías una pequeña nube y él concluyó que vendría la gran lluvia prometida por Dios, lo que así fue. También a nosotros nos permite ver la pequeña nube como evidencia de lo que hará. Él nos dejará ver su mano en pequeñas cosas y detalles para mostrarnos como actuará y que Él está de nuestro lado.
Amados, amadas que la gracia del Señor nos permita seguir: “Creando Puentes” de fe en Dios.
Le propongo un Punto de reflexión
¿Está pasando por una situación difícil? ¿Se encuentra desanimado?
No renuncie, persevere en la oración y en el tiempo de Dios verá las maravillas de Él a su favor.
Que el Señor le bendiga. (Maria Guerrero)
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