5 de septiembre 2023
Filipenses 1:14: “ La mayoría de los hermanos, tomando ánimo en el Señor por mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.”
Es muy probable que, en la Iglesia de ese entonces, se encontraran muchos que hubieran querido salir a la calle, y testificar de su fe. Pero después de haber escuchado predicar a Pablo, algunos quizás pensaron: "Bueno, me agradaría dar testimonio del Señor, pero no puedo hacerlo como lo hace él". Así que mientras el Apóstol Pablo estuviera predicando públicamente el Evangelio, probablemente se sentirían indignos, incompetentes o poco preparados para hacerlo. Consideraban al apóstol mucho más efectivo que lo que ellos podrían ser.
Pero, un día, se corrió la voz por los caminos romanos hacia aquellos centros donde se habían establecido iglesias, de que Pablo estaba en la cárcel en Roma. Posiblemente, en muchas de esas iglesias dijeron: "Pablo está en la cárcel y ya no puede salir a predicar. Entonces, tendremos que ir nosotros". Y como resultado, se puede concluir que muchos centenares, comenzaron a proclamar el Evangelio, por las ciudades y caminos romanos, confrontando a la gente con el mensaje de Cristo. Por tal motivo, y como traduce otra versión de la Biblia, el apóstol Pablo pudo decir: "Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos, confiados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin temor la palabra de Dios" (Biblia NVI).
La iglesia de hoy, muchas veces por falta de preparación y quizás por otras razones, como el temor al ridículo, la comodidad y la desidia, se siente impedida de salir a predicar las buenas nuevas de salvación a quienes no conocen a Cristo, incumpliendo así el mandato, entregado por Jesús mismo, de llevar el evangelio a todas las naciones.
Este es el momento propicio, para que imitemos a nuestros hermanos, de Filipos y otras iglesias del primer siglo. Y que a pesar de las circunstancias adversas que nos rodean, llevemos la palabra de esperanza a todos aquellos que carecen de ella.
Amados, amadas que la gracia del Señor nos permita seguir: “Creando Puentes” de esperanza de salvación y vida eterna.
Le propongo un Punto de reflexión
¿Ha pensado alguna vez que no tiene capacidades para entregar el evangelio a otras personas?
¿Piensas que no existen las condiciones propicias, para exponerse en las calles?
Es precisamente en esta época, tan peligrosa e insegura, que debemos expandir las buenas nuevas de salvación. No nos podemos callar, porque el tiempo apremia.
Que el Señor le bendiga. (María Guerrero)
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