22 de junio 2023
Lucas 6:46-49 “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuándo vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre arena, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa”.
Esta historia expone la vida de dos hombres en la misma condición, primero es que ambos quieren construir su casa, segundo la tormenta vino para los dos, la diferencia está en los fundamentos o cimientos que van a usar, vale decir las decisiones son las que van a definir las consecuencias. Las casas en esta parábola representan la vida, al igual que estos hombres tú y yo estamos edificando nuestras vidas, por mucho que intentemos hacer las cosas de manera íntegra y evitar las dificultades, habrá tormentas en nuestra vida que traen consigo dificultades, dolores y pérdidas.
Escuchar a Jesús y no obedecerlo es ignorarlo, es condenarnos a la ruina. De eso habla este pasaje. Si escuchamos la voz de Jesús y no la ponemos por obra somos como el necio que construye sobre la arena. Ser sabio, y construir sobre la roca, es obedecer al Señor; entonces es cuando toma sentido y pensamos a quiénes está dirigido. A aquellos que realmente aman al Señor y los que llaman a Jesús Señor, pero no están realmente viviendo bajo su señorío. Llamar a Jesús Señor es vivir como sus siervos, andar como él anduvo.
Construir sobre la roca es: amar al que me odia, ser amable con el que me desprecia, no aferrarme a este mundo sino tener mi vista en los Cielos, alegrarme de servir e incluso ser considerado digno de sufrir por Su Nombre, mirar a mi interior y dejar que el Espíritu lo transforme cada día por Su Palabra.
Que la verdadera obediencia nos permita Crear Puentes y depender verdaderamente de Cristo, cada día más.
REFLEXIÓN
¿Es Jesús el Señor de cada uno de nuestros días? ¿Estamos creciendo en dependencia y confianza de Él?
Sean muy bendecidos. (Aarón Sánchez)
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