09 de Octubre del 2023
Colosenses 3:14 “Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía.”
En los versículos previos al versículo 14 del capítulo 3 de la carta a los Colosenses, Pablo habla de deshacerse de ciertos rasgos negativos y de revestirse de Cristo y de las cosas de Cristo. Estas cosas son la veracidad, la compasión, la bondad, la humildad, la mansedumbre y la paciencia. Son virtudes de las que debemos "revestirnos".
¿Qué tienen en común todas estas virtudes? Todas son manifestaciones de amor. Amar es ser compasivo. Amar es ser sincero. Amar es ser amable, humilde, gentil y paciente. No es necesario pensar demasiado en cada uno de los frutos espirituales, pues si se comprende el amor y se pone en práctica, los demás rasgos estarán ahí. También se dice que el fracaso en estas áreas es un signo de fracaso en el amor. Si nota que es impaciente, por ejemplo, ore y pida a Dios que le ayude y que pueda amar bien.
El amor es la virtud más elevada porque une todas las demás virtudes. La Biblia dice que si uno ama al Señor con todo su corazón, su alma, sus fuerzas y su mente, y ama a su prójimo como a sí mismo, puede cumplir toda la ley (Mateo 22:35-40). La implicación es que toda la ley se compone de detalles sobre cómo amar a Dios y a los demás.
Dios dio a su Hijo porque nos amó. Cristo dio su propia vida voluntariamente porque nos amaba.
Este gran amor no sólo nos salvó de la ira venidera de Dios por el pecado y la injusticia, sino que nos mostró lo que es el verdadero amor. Este amor no es el amor que idealiza a una persona por la que nos sentimos físicamente atraídos. No es el amor que tenemos por los deseos de la carne. Es una fuerza poderosa que vence al miedo (1 Jn 4:18) y al odio (1 Jn 3:11-12), igual que venció a Satanás, al pecado y a la muerte.
En consecuencia, “Vestirse de amor" es hacer una elección consciente de amar a Dios y a los demás, de caminar en ese amor. Cuando uno ha sido atacado por un enemigo o incluso por un amigo, el objetivo es revestirse de amor y bendecir en lugar de maldecir. Cuando uno es incomprendido, debe "revestirse de amor" y apoyar al otro. Cuando tengamos la tentación de pecar contra Dios, debemos revestirnos de amor y amar a Dios demasiado para rebelarnos contra él.
Amados, amadas que la gracia del Señor nos permita seguir: “Creando Puentes” de amor con nuestro prójimo.
Te propongo un Punto de reflexión
Roguemos al Padre, para que el nos enseñe a amar con ese amor perfecto que Él nos tiene y que nuestros corazones rebosen de ese amor, por quienes nos rodean y así, nos podamos sentir unidos los unos con los otros en Cristo Jesús.
Que el Señor le bendiga. (María Guerrero)
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