04 de Octubre del 2023
Job 1:21 “y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo estaré cuando me vaya.
El Señor me dio lo que tenía, y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor!.”
La soberanía de Dios está manifestada en un orden divino. La vida de Job desde su inicio se encuentra inserta en un contexto mucho mayor que su simple existencia. Este como otros escenarios nos exponen el pensamiento de Dios, Su voluntad, en un plan eterno que no acepta intervención humana. Dios es quien reina y dirige la totalidad de su creación. Nuestra existencia no es un simple accionar de un botón de manera automática. Existe un control absoluto de todo, sin excepción de lo que sucede a nuestro alrededor y en nuestras vidas. Job es quizás el ejemplo más gráfico del control de Dios en todo, sin cuestionamientos. Tal vez si fuéramos viviendo en tiempo real la historia de Job, también seriamos parte de esos amigos que buscaron justificar la situación de distintas maneras, por medio de la culpa, la maldad, o el castigo merecido, apresurándonos a juzgar la situación desde nuestro limitado conocimiento.
Esta característica tan humana nos hace caer constantemente en la tentación de emitir comentarios hacia otros en situaciones complejas o difíciles de comprender, y también se convierte en nuestro peor verdugo interno cuando nos hemos equivocado. Podemos perder todo, podemos hacer todo mal, tener el peor de los escenarios a enfrentar, y aún así Dios tiene una posición perfecta para esa situación, está ubicándola en alguna parte en una planificación perfecta, con la mirada eterna de su creación. Ese pequeño momento que pudiera significar gran parte de una vida, es nada comparado con la eternidad de Dios, y aun en el contexto más negativo su amor sigue siendo fiel, y nada puede alejarnos de él.
Asociamos constantemente “perder” a algo negativo, y “problemas” a situaciones desagradables, pero si pensáramos desde la visión de Dios probablemente veríamos crecimiento y oportunidades. Pese a saber esta realidad, nuestra tendencia es a ver sólo el momento, y aunque pueda ser fácil de resolver cuando otro lo observa desde fuera, para quien lo vive resulta doloroso y angustiante de soportar. Dios conoce nuestra fragilidad, y sin cuestionarnos nos refuerza que la mejor compañía es la de Cristo, el mejor consejo es Su Palabra, la mayor verdad es que Él lo está ordenando todo, y que la mejor solución será la que Él nos dé. El mayor consuelo es saber que Dios tiene el control de todas las cosas, y que al igual que Job abrirá nuestros ojos para que independiente de las circunstancias podamos alabarle por sobre todo.
Señor, te alabamos por ser quien le da sentido a todas las cosas con un orden perfecto. Tú creaste todo y lo controlas de la única forma posible en tu divinidad, sabemos que todo lo que permites forma parte de Tu plan, te agradecemos que podamos ser parte de él, y ayúdanos a aceptarlo confiando en tu fidelidad y cuidado que hemos visto desde nuestra formación..
Amados, amadas que la gracia del Señor nos permita seguir: “Creando Puentes” de confianza en Cristo
Punto de reflexión
¿Ha cuestionado algún acontecimiento de su vida o de otro? ¿Cómo puede comprenderlo en la mirada de la soberanía de Dios?
Que el Señor te bendiga (Paulette Díaz)

Una reflexión potente. Bendiciones