Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”
Diligentemente debemos guardar nuestros corazones, es decir todo lo que somos: pensamientos, deseos, voluntad y decisiones. Porque él es la fuente de vida, la palabra dice que es engañoso y perverso más que todas las cosas y hemos de cuidarnos de todo aquello que se quiera anidar en nuestras vidas; como la envidia, la amargura, los celos, las quejas y las murmuraciones, que nos hacen daño, nos esclavizan y nos apartan de nuestra comunión de intimidad con el señor. De lo que hay abundantemente en él hablaremos, es urgente llenarlo de la palabra de Dios y de sus promesas, así seremos de bendición a tantos y tantos que hoy solo buscan palabras de ánimo, de paz y consuelo, en medio de una sociedad tan negativa y pesimista, que camina sin fe y sin esperanza de vida eterna. Llenemos hoy de todo aquello que nos invita la palabra, todo lo bueno, lo honesto, lo verdadero, lo puro, lo amable, y honremos así el nombre de aquel que es sobre todo nombre Jesús.
Bendito Dios y padre de los cielos le damos gracias por su palabra que nos instruye y nos alienta a guardar todo lo que somos, gracias por que permaneces fiel a lado nuestro y no nos dejas solos en medio de las luchas diarias, denos la dirección a su perfecta voluntad y a vivir en integridad delante de usted, rogamos gobierne nuestras vidas, incluso nuestros deseos más ocultos y ayudemos a vivir vidas dignas de poder llamarnos sus hijos.
Amados hermanos que la gracia del señor Jesús nos permite seguir: “Creando Puentes” de vidas con corazones íntegros.
Punto de reflexión
¿Cómo está hoy nuestro corazón delante de Dios?
Esta rendido y postrado para que el Señor sea quien gobierne nuestra mente, cuerpo, alma y espíritu para hacer su buena, agradable y perfecta voluntad.
Que el Señor les bendiga. (Mercedes Cobeña)
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