6 de septiembre 2023
2 crónicas 10:8 “Sin embargo, Roboam rechazó el consejo de los ancianos y pidió, en cambio, la opinión de los jóvenes que se habían criado con él y que ahora eran sus consejeros.”
Roboam, hijo de Salomón y sucesor del trono, se enfrenta a un situación muy compleja; continuar gobernando un pueblo que había sido guiado por el hombre más sabio sobre la tierra. Desde esa perspectiva una labor al menos demandante de reflexión y de saber tomar decisiones. Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles, quizás no nos ha tocado en una circunstancia tan delicada como guiar un pueblo, pero siempre hay opciones y caminos a elegir, y lo que habitualmente hacemos es pedir un consejo. Así también lo hizo Roboam, quien acudió a los ancianos del pueblo, que también habían sido consejeros de su padre. El consejo es rechazado y decide recurrir a los jóvenes, probablemente los “amigos” que contaban con las mismas, o quizás menos, herramientas y experiencia para decidir que hacer. El resultado fue nefasto.
Todos hemos solicitado en más de una oportunidad la opinión de otro, y la elección de ese otro a quien pedimos consejo también está guiada muchas veces por lo que queremos escuchar y no por lo que necesitamos escuchar. Mas que un consejo necesitamos una justificación, y en este caso Roboam buscó lo que a él le parecía más cómodo, y que por lo demás le otorgaba poder humano sobre un pueblo ya sometido. Si aplicáramos lo que Dios nos entrega por medio de su Palabra no necesitaríamos más consejo que el que Él nos puede dar. Aun así, podemos pedir un consejo, pero teniendo la precaución de quien elegimos recibirlo, la responsabilidad de las decisiones siempre será personal, por tanto lo que pongamos en práctica puede traer consecuencias nos sólo para quien las tome si no que afectará también a otros.
Si Roboam hubiese sometido su corazón a Dios la historia hubiese sido distinta, primero hubiera buscado su consejo, y segundo no hubiera primado su ambición de poder y autoridad. Debemos cuidarnos primeramente de qué consejos recibimos pero también de que consejos estamos otorgando, busquemos que nuestra mirada esta puesta en Cristo, y no en poner nuestras decisiones en busca de gratificarnos antes que someternos.
Amado Jesús, ayúdanos a buscarte en todos nuestros caminos, que nuestros pies sigan tus pisadas y líbranos de caer en la tentación de satisfacer nuestros egos; guíanos para que cuando otro necesite de tu guía podamos ayudarlo a encontrarla, con el amor y cuidado que también has tenido con nosotros.
Amados, amadas que la gracia del Señor nos permita seguir: “Creando Puentes” de sabiduría en Cristo
Punto de reflexión
¿Ha tomado malas decisiones por seguir malos consejos?
El único consejo que siempre tendrá el mejor resultado es el que encontramos en Cristo.
Que el Señor te bendiga. (Paulette Díaz)
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